En Guinea Bissau, uno de los países más pobres del mundo, los niños y las niñas con graves problemas cardíacos deben ser evacuados para poder recibir tratamiento. Las dificultades para llevar a cabo estas evacuaciones, derivadas sobre todo de la inestable situación política del país, ponen en evidencia las consecuencias de la falta de un sistema público de salud, a la vez que muestra la lucha de la sociedad guineana para seguir adelante.